La relación de Alayna Withers con Hudson Pierce ya ha comprobado su capacidad de confiar. Ellos deciden que la única forma de que puedan ir hacia adelante juntos es con honestidad y transparencia. No será fácil para los amantes cicatrizar sus heridas, pero están comprometidos el uno con el otro ahora más que nunca. Alayna, en particular, ha crecido a través de sus acuerdos y ahora es más confiada y fiel al hombre que ama. Pero mientras la pareja se concentra en el futuro, su pasado vuelve a amenazar su vínculo frágil.
Las promesas que se hicieron están rotas y Alayna aprende que Hudson todavía tiene secretos muy potentes, que los separarán. Lo que siente por él, como su capacidad de perdonar y olvidar es una prueba más allá de sus límites. Aunque encontró al único hombre que podía curarla, parece que con Hudson ocurrirá lo mismo una y otra vez.